- LA ODALISCA
Era la preferida del sultán,
la destacada del harén,
la tenía como rehén,
ella era la elegida entre todas las demás.
Presa de su propia agonía,
odiaba su día a día,
era rencor lo que sentía
y a su señor murmurando maldecía.
Esclava de su propia existencia,
se sentía utilizada,
de vida ultrajada,
no le quedaba paciencia.
Su destino era la liberación
y cuando todos dormían,
con veneno ella moría
y en su consuelo encontró su perdón.
El sultán maldijo a los dioses
en una cólera atroz,
se le fue su amor
sin que él se despidiese.
Hubo luto en la nación
y el sultán muy afligido
lloraba por haberla perdido
y ya no tenía solución.
Nícola Baremo
9/8/16